Negociar es una habilidad que se aprende

La posibilidad de poder negociar es algo que se aprende, si tienes la capacidad de seguir consejos esta es tu oportunidad.

Muchos negocios no logran alcanzar las metas con las que su sueñan por una sencilla razón: no han aprendido una de las habilidades más importantes que todo emprendedor debe dominar y es aprender a negociar.

Hoy te comparto algunos consejos que si los aprendes y aplicas, te convertirán en un negociador; y un buen negociador definitivamente atrae dinero hacia su negocio.

Cuando emprendemos un negocio prácticamente estamos negociando todo el tiempo: negociamos al comprar, negociamos al vender, negociamos condiciones con nuestros colaboradores, negociamos opciones de crédito, negociamos plazos, negociamos valor agregado, etc. En fin, negociamos mil cosas cada día y es por ello que aprender esta habilidad depende tu empresa.

Una vez que comprendes que todo es una negociación, entonces puedes estar alerta y asegurarte de que siempre obtienes excelentes ventajas y beneficios de conveniencia para tu negocio. Cuando estas al teléfono, cuando te reúnes con un cliente, cuando envías una cotización, siempre estamos negociando esto debe reflejarse en tu actitud y mentalidad así como en la de tus colaboradores.

Antes de tomar decisiones asegúrate de consultar y asesorarte adecuadamente. Por ejemplo, un tema de condiciones laborales con algún especialista en el tema de recursos humanos. No significa que esta gente trabaje para ti pero si que puedas tener contactos que te ayuden a visualizar las mejores alternativas en una negociación.

Un tema de negocios es siempre más fácil de resolver en un ambiente agradable. Un almuerzo, un desayuno, un café suelen ser facilitadores para tu reunión de negocios. Reunirse para una decisión importante en un estresante ambiente de oficina no es siempre lo más recomendable.

Aplica siempre el principio ganar-ganar. Buscar ventajas y obtener excelentes beneficios para tu negocio no necesariamente tiene que significar que tu contra-parte salga perdiendo. De hecho, las mejores negociaciones son aquellas donde ambas partes perciben un grado de satisfacción y de haber obtenido lo justo. 

Nunca lo des todo desde el principio. Un mal negociante es aquel que entrega todas sus ventajas y facilidades sin que se lo hayan solicitado. Negociar es ir paso a paso, es dar y recibir. Plantea tu oferta gradualmente, evita llegar a situaciones de «todo o nada» pues esto solo te encierra y no deja salidas que beneficien a ambos.

Se fiel a tus valores y principios. Esto es una prioridad fundamental que puede ser la señal de alarma de cuándo una negociación no es conveniente y debe ser abandonada. Siempre que detectes alguna amenaza hacia tus principios morales, éticos o comerciales, simple y cortésmente indícale a tu contra-parte que no está dentro de tus posibilidades seguir con este proceso. Cuando tienes claro este principio comprenderás que en esta clase de situaciones ganas mucho más de lo que éste negocio en especial te pudiera dejar económicamente hablando.

El proceso de la negociación se basa en palabras, pero los acuerdos se deben hacer formales ya sea por la firma de algún documento, un acta, un correo electrónico, una cotización o cualquier elemento físico que comprometa a ambas partes en lo acordado.

Recuérdalo, aprender a negociar es una habilidad que transforma negocios pequeños en grandes negocios.

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