Tips para Adquirir Tú Casa

Asegúrate de tener la capacidad de pago adecuada, suena obvio, pero no sería la primera vez que alguien hace una oferta por una vivienda y después no puede pagarla. Por ello, antes de poner una oferta encima de la mesa, tienes que estar muy, muy seguro que podrás pagarla, esto quiere decir que tienes el dinero.

Comience por analizar su capacidad de compra, es decir, saber con cuánto dinero cuenta para comprarla incluyendo el crédito que le podría otorgar un Organismo Nacional de Vivienda u otra institución financiera.

Si la compra es puramente para invertir sólo tendrán que pensar en términos de rentabilidad por alquiler (intentar alcanzar y posible subida del precio de la vivienda). Además, deberás ser agresivo en el precio final, sin sentimentalismos, por el contrario, si la vivienda es para habitarla durante 10 años o más, puedes ser un poco más flexible si es la casa de tus sueños, aunque siempre debes preguntarte si podrás con todos los gastos de esa vivienda.

Otro consejo muy importante es que hasta que no tengas tú casa vendida, no sabrás cuanto obtendrás por ella. Por ello, es mejor no ir haciendo ofertas durante ese periodo. De hecho, algunas inmobiliarias se niega a ensañar casas a personas en estas circunstancias y es que pese a la bajada de precios generalizada, aún hay personas que no aceptan que su vivienda ha caído de precio, pero van haciendo ofertas tremendamente a la baja por inmuebles que les interesan.

¿Es el precio lo único que te interesa? Ahora más que nunca debes pensar qué te interesa de una vivienda y elegir. Antes sólo se recomendaba seguir la regla de las tres (localización, localización y localización), pero ahora en periodo de recesión se habla de las tres P (posición, precio y perfección). Las casas que más han bajado no son necesariamente las que mejor precio tienen aunque siempre habrá margen para la negociación, las mejores viviendas habrán perdido menos valor por ello hay que elegir qué queremos (transporte, servicios…).

La mejor manera de hacer una oferta es no hacerla, hay que dejar entrever que la haremos, pero dejaremos que pase un tiempo para dejar al agente inmobiliario emocionarse, mientras, averiguaremos más sobre la propiedad y el propietario de la vivienda que nos interesa, el tiempo que lleva en el mercado, el nivel de desesperación del vendedor, cuántas ofertas ha recibido y cuantas ha rechazado… Hay que ser curioso sin ser grosero para hacer una oferta ajustada a la baja, que probablemente será rechazada, pero que si es realista puede ser una piedra desde la cual podrás iniciar la negociación.

Tienes más probabilidad de que te acepten una oferta si el vendedor ha sufrido ya alguna decepción en forma de retirada de compradores interesados o cerca de fechas señaladas, como por ejemplo navidad. También es importante tratar de averiguar si el vendedor proyecta a la vista fechas importantes, como por ejemplo un cambio de trabajo o necesita solicitar colegio u otro servicio en otra ubicación. También suelen estar más receptivos si llevan tiempos con la vivienda en venta, por ejemplo un año.

También es importante hacer una oferta a la baja, pero estate preparado para acomodarte a los plazos del calendario del vendedor, que a lo mejor necesita la casa unos meses antes de entregártela. Esto puede darte un ahorro significativo porque le ahorrará un alquiler. Además, debes ser educado y mostrar tu admiración por las mejoras que haya hecho el vendedor.

Platicar con el vendedor es importante para no se quedarse con ninguna duda, pregunte sobre las características constructivas de la vivienda, el tipo de acabados en los pisos y muros, los muebles adicionales que pudieran ofrecerle como cocina integral o clóset, si la casa cuenta con estacionamiento fijo, tanque de gas estacionario, etc. Tenga muy claro el precio total de la vivienda con las características que le ofrecen, así como las condiciones de pago, el tiempo de entrega y la ubicación exacta de su vivienda dentro del conjunto habitacional y/o del edificio.

Para cerrar la negociación asegúrese de que realmente estás dispuesto a seguir adelante y cerrar el acuerdo rápidamente si hay un entendimiento, ten todo a mano y preparado para no atrasar el proceso.

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